Medianoche porteña, sol de cabaret en la sala, vista el tango su gala y entre copas mi alma sueña. Aquí, solo en mi mesa, siento que un recuerdo ha cruzado y del fondo embrujado de esta copa que emborracha, sube el dolor y remacha, en mi corazón, un amor de ayer. Tango que suena tristón, la gente baila y se ríe. Pena que en mi corazón, cuando más honda, sonríe. Quiero beber y al beber reír, hundir este dolor milonguero. Ven bailarina, a mi mesa, que tengo tristeza por una mujer. Ven a beber que estoy muy solo, ven, buena amiga, flor nochera. Yo soy un triste calavera, vos, una más en el vaivén. Ven a embriagarte yo te invito, tal vez también tengas tus penas, tus ojos dicen que sos buena. Ven, magadalena del loco cabaret.