Hoy me acerqué al boliche para tomar y tomar resulta que el bolichero no me quiere despachar. No me quiere despachar, porque de mi le han contado que soy un abandonado y que ando sin trabajar. Sírvame un vino, che bolichero sírvame un vino, haga el favor, que tengo el alma llena de penas y quiero ahogarlas en el alcohol.