En la chispa de tus ojos pierdo la calma has venido con tu dueño y algo te falta para mí que andás uvita por hacer trampa. Me parece que enseguida yo voy a meter la pata y no me importa si un lío se arma en mi casa. A la orilla de la noche te haré la guardia. Que por mucho que haya guerra a mí no me entran las balas y apenitas se descuidan te robo el alma. Corazón de lo que viene nadie te salva. Cada vez que yo te miro no sé que pasa se sonrojan tus mejillas como una brasa mientras tanto en mi remanso se enturbia el agua. El mandinga de mi pecho ya soltó su carcajada y anda loco por sacarse todas las ganas. A la orilla de la noche te haré la guardia. Que por mucho que haya guerra a mí no me entran las balas y apenitas se descuidan te robo el alma. Corazón ya estoy viviendo envuelto en llamas.