Cuando llega el viernes y en la noche soy cantor yo me vuelvo zamba para verte en la estación. Voy por la Balcarce conteniendo la emoción porque en cada peña puede estar tu tentación. Cuando el vino tinto tiñe el grito de mi voz se desvela Salta con guitarra y bandoneón y me voy machando sin un trago de tu amor. Cuando llega el viernes siempre caigo a la estación por saber si es mío tu inestable corazón. Apágame el fuego y déjame ser carbón así puedo arderme en alguna otra ocasión.