Tengo una vieja carreta que cuido con mucho esmero. La cuido porque es herencia, herencia de rociero. Carreta, que bella palabra. vieja herencia que mi padre me dejara "pa" que yo viniera a verla. Y en el viejo soberao, que sólo hay estampas e ella y flores por "to" los "laos". Lejos se fue el rociero al que tan fuerte le canto, que él me escucha desde el cielo. Padre, tú ¿por qué me diste tu traje de carretero, "pa" los bueyes dos frontiles un par de botos camperos y diez medallas de la Virgen? Entraba en la vieja herencia dos espuelas y un sombrero una garrafita vieja y una estampa del recuerdo de cada año que iba a verla. El ejero junto al yugo lleva a navaja a "grabao" ser carretero es mi orgullo como mis antepasados, y tocar los varales tuyos. En el silencio me hablaba de la vieja acantarera de las esquinas de plata y de aquella vez primera que yo de niño me montara. Carreta, que bella palabra vieja herencia que mi padre me dejara "pa" que yo viniera a verla.