Esta es la historia de un guardia una noche de pateras que llegaron veinte o treinta a la orilla de una playa buscando la luna nueva esta es la historia de un guardia una noche de pateras. Ella venía (ella venía), de lo más negro preñada y por la luna cumplía por el marío preguntaban y marío no tenía -De Tarifa a Casablanca cuando bajó de la patera se enamoró en aquella playa de la carita morena de aquella sirena embarazada- Lo mismo que si la noche se enamorara del día la tapó con su tres cuartos pero la pena y el miedo a veces los confundía porque faltaba un te quiero y ninguno lo decía. Y le nacía (y le nacía), en la tazita de plata lo que en su vientre traía y secándose las lágrimas le dijo que la quería. -De Tarifa a Casablanca cuando bajó de la patera se enamoró en aquella playa de la carita morena de aquella sirena embarazada- Buscaban como llamarla y le pusieron María en la cuna que mecían entre dos sábanas blancas era la noche dormía. No sabían como llamarla y le pusieron María. Ea la ea (ea la ea), mi negrita gaditana que dormidita que quéa María del mar se llama me la trajo la marea. -De Tarifa a Casablanca cuando bajó de la patera se enamoró en aquella playa de la carita morena de aquella sirena embarazada- Y es que a nadie le importaba lo que el guardia la quería por lo carnavalera el guardia le regalaba un traje de piconera mi morita no te vayas no te vayas de mi vera. Nadie sabía (nadie sabía), como el guardia la adoraba como ella lo quería por la tazita de plata los vieron besarse un día. -De Tarifa a Casablanca cuando bajó de la patera se enamoró en aquella playa de la carita morena de aquella sirena embarazada-