Abre tus labios deprisa, despacio. Besa la sombra en la boca, cállate, no temas, déjate que ya nadie vendrá. Abre tus labios y besa la sombra, ¿qué esperas? Abre tus ojos, recoge tu pelo, coge esa luz de la mano, y no tiembles, no temas, vuelve tus ojos lentamente hacia mí y atrápame el alma, que mi cuerpo oscila. Cruza el camino, el torpe destino a dejado una puerta de escape, besa la sombra y atrapa la luz, sólo abre tus labios...