Una a una cada llave con la que abro tus secretos se hace polvo en mis manos y no hay vuelta hacia atrás De par en par tus puertas sueltan ecos en tu templo Y el aroma en el viento que escapa es del vino que habita tu altar Que sacia tu sed como nadie Que abraza tu piel como un ángel Que obsequia a tus noches el sueño Y las abriga con su fuego Aquello que sólo Dios sabe En tu mundo quedó el misterio Se devela ante mis ojos, me ciega Y no hay vuelta hacia atrás De par en par tus puertas sueltan ecos en tu templo Y el aroma en el viento que escapa es del vino que habita tu altar Que sacia tu sed como nadie Que abraza tu piel como un ángel Que obsequia a tus noches el sueño Y las abriga con su fuego Que salva tu alma como nadie Que te ha arrancado de las calles Que duerme a aquel que fue tu dueño Y quemó tu ayer con su fuego