Juan sin tierra Esta es la historia de Juan Un mendigo de alta escuela Con cama en el vertedero Y de techo el cielo entero Criado a punta de espuelas Y con más hambre que un can Toda la vida en la calle Aguantando chaparrones Ignorado por el mundo Un invisible profundo Negado por las naciones Un diminuto detalle Decidió buscar trabajo Algo para él apropiado Al ser carente de oficio Y proceder del hospicio Se ofreció como criado A los marqueses del Tajo Por cuadra y pan lo cogieron Se encargaría de limpiarla Con una larga jornada Día, noche y madrugada Y cada mes encalarla Necesitado le vieron Ella, era Clara “la bella” La hija de los marqueses De perfecta voz marcada A mandar habituada De modales muy corteses Y palabras que hacen mella Era soberbia en el trato Déspota y dictatorial Con su poder absoluto Todo lo quería impoluto A la herida echaba sal Y en tu pie marca zapato Pero todo eso cambió Hace algunas madrugadas Mientras Juan; cual criatura Intenta coger postura Con la paja como almohada En silencio allí las vio Eran Clara y la criada Desnudas de cuerpo entero Besándose hasta en los ojos Con los dedos en remojo Habían perdido el plumero Y encontrado la ensenada Que sorpresa se llevaron Al ver los ojos de Juan Tan grandes y tan abiertos Con todo el momento inserto Había que trazar un plan Que entre los tres planearon Y pasadas pocas horas Criada y Juan se casaron Ahora viste de levita Otro ya, las mierdas quita Porque Clara y él pactaron Compartir a su señora DobleAA