¡Criada! A mis pechos Desde niña cualquier cosa Que pudiera desear De inmediato concedida Con presteza era ofrecida Para así poder calmar Caprichos de caprichosa De impoluta y limpia cara Esbelto cuerpo de espiga De perfectas proporciones Mercancía de ambiciones Dotada de sombra altiva Es la señorita; Clara Ya marquesita nació Rodeada de boato Y desde pequeña tuvo Quien le cargara los cubos Quien limpiara sus zapatos Y nariz, si estornudó Pero una espina en la frente Martiriza su existencia De entre todos sus deseos Uno escapa de paseo Escurriendo su presencia Huyendo continuamente Fue tan solo una mirada Pero bastó para un sueño El mejor que había “vivido” Largo, húmedo y prohibido Ella decía; ¿Te enseño? Al besar a la criada Del sueño a la lucidez Con respuesta afirmativa Con intercambios frecuentes De fluidos emergentes Y con más brazos que Shiva Acariciando a la vez Hasta aquella madrugada En que Juan les descubrió En las cuadras de papá Y sobre la capa está Como el día que nació Recostada la criada Hasta allá le había llevado Diciendo que nadie había Que allí jugarían solas Que Juan, el mozo ha marchado Muy lejos, a hacer recados Que surcarían las olas Y el viento les mecería Pensamiento equivocado Los tres un trato forjaron Por el bien de la armonía Para seguir disfrutando Que Juan siguiera callando Clara, tener compañía Criada y Juan se casaron Y así remedio encontraron