Lo haremos tú y yo, Nosotros lo haremos, Tomemos la arcilla: Es de madrugada. La madrugada, la madrugada, La madrugada es la región Más alta de los sueños Aún si hay quienes la anochecen, La oscurecen, la desaparecen. La vigencia de lo justo sobrevive, Sigue, apenas si se inhibe, Como la semilla en invierno Se energía, se concibe, se revive. Ernesto se volvió che Por si guevara se ausentaba. Che, vos, nosotros, yo, La tribu creciente que no mengua Aunque nos poden la lengua, Nos desbracen o nos aljiben. Guevara se volvió che Por si el ernesto lo llamaba. Lo que sintió, lo pensó, Lo dijo-hizo, sin pancartas y en silencio. Lo más fuerte es guardarte Bien adentro en la conciencia, Cuidar que rojas misas no te encuadren, no te canonicen, O que alguien no busque represar un río ingobernable como el tuyo, O que nuevos monjes negadores no intenten limar tus ideas ni tus flechas. Ernesto se volvió che Por si guevara se soñaba. La madrugada, la madrugada, La madrugada es la región más che Guevara de los sueños. Tomemos la arcilla: Es de madrugada.