Mi corazón es tímido, y no quiere, Resultar herido, al decir que está enamorado, Enamorado de la mejor y más bella princesa, Y que su más grande sueño es, rescatar a ella, De la furia del dragón que la custodia, con mucha fiereza. Este humilde ser, con el corazón ha volado tan alto, y teme caer, Sin duda alguna daría su vida, por amor sin temer, Por cuidarla, amarla y respetarla, fervientemente hasta el último suspiro, Que en su cuerpo este. Pues su cuerpo, alma, mente y corazón, Se han enamorado de esa estrella inalcanzable, sublime, inigualable, De esa princesa tan hermosa, que no se compara a ningún diamante, Ni plata ni oro llegaran jamás a su valor, porque ella tiene un gran corazón. Señorita hoy entre estos versos, a sus pies declaro, Que ese ser misterioso, del que tanto hablo, Seguro por su amor enfrentaría mil batallas, y saldría victorioso, Y si usted una oportunidad le diera, él sería el ser más dichoso. A esa princesa tan bella, estrella inigualable, Este ser épico misterioso un tanto parpadeante, Una pregunta valiente y sincera le hace al instante, Quieres ser mi novia?