Clara Peya

Re-üll

Clara Peya


De oír hablan los pájaros
El hambre y el tormento
De oír hablan tus ojos
En cada movimiento

Aprendimos que el amor
Nos curaría la añoranza
Y saltamos al vacío
Sin asegurarnos las alas

Y ahora, en el abismo
En el abismo de esta caída libre
Recurdo tus andares
Desnuda y orgullosa
Que callaste, por costumbre
Sabiéndote, mariposa
Que el precipicio de tu boca
Susurraba una condena

Y de flor en flor
Dolor en rama
Olvidaste que el amor
Nos curaría las entrañas

Y de flor en flor
Huída en vena
Me llenaste de autopistas
Y salidas de emergancia

Sabes
Tu oído está repleto de canciones mal cantadas
Huérfanas mis manos, solo abrazan siluetas
Que el sonido les da rostro y se parecen tanto a ti
Y que me miran de reojo y es imposible dormir

Y tú, en la lejanía
Soledad en compañía
Buscando que el amor, que teme a las heridas
Contando estrellas
Maquillándote la piel
Para borrar mis huellas

Y yo, habitando aceras
Sintiéndo a latigazos
Alimentándo el deseo
De descansar en tu regazo
Llenando
Hasta los pozos
Sabiendote que tus sombras me miran de reojo