De oír hablan los pájaros El hambre y el tormento De oír hablan tus ojos En cada movimiento Aprendimos que el amor Nos curaría la añoranza Y saltamos al vacío Sin asegurarnos las alas Y ahora, en el abismo En el abismo de esta caída libre Recurdo tus andares Desnuda y orgullosa Que callaste, por costumbre Sabiéndote, mariposa Que el precipicio de tu boca Susurraba una condena Y de flor en flor Dolor en rama Olvidaste que el amor Nos curaría las entrañas Y de flor en flor Huída en vena Me llenaste de autopistas Y salidas de emergancia Sabes Tu oído está repleto de canciones mal cantadas Huérfanas mis manos, solo abrazan siluetas Que el sonido les da rostro y se parecen tanto a ti Y que me miran de reojo y es imposible dormir Y tú, en la lejanía Soledad en compañía Buscando que el amor, que teme a las heridas Contando estrellas Maquillándote la piel Para borrar mis huellas Y yo, habitando aceras Sintiéndo a latigazos Alimentándo el deseo De descansar en tu regazo Llenando Hasta los pozos Sabiendote que tus sombras me miran de reojo