¡Qué careta, te mandás pa' hacerte el vivo! Y pasar por tipo rana vociferando macanas. ¡Qué careta! Te la pones sin motivo, pues la que te dio tu mama es suficiente pa' que estés bien. Yo no sé qué es lo que pretendés. Te comprás una cara de gil, te fajás un piyama al revés, caminás de Belgrano a Liniers. Y al final, cuando vas a dormir, palpitas que te sobran los pies y crees que te has divertido, engrupido, ¡qué querés! ¡Qué careta! Pa' tenerla en un desfile, al alcance de un sopapo y ver que abajo hay un guapo. ¡Boca abierta! Sos uno de tantos giles, que pasan los carnavales haciendo el oso sin divertir.