Si el mundo revirao -golpeándote- te tira pa' un costao de la pared... Si el vento es un suspiro y el día tres ya se piantó de yiro y queda el mes... Si al fuego de la fragua todo fue, y el jugo de paragua hoy es café... Servime de testigo: ¡tené fé!... gritá, gritá conmigo, viejo ¿y a mí, qué...? Y pensar que allá en la rama con mano mansa me criaste, mama... ¡Pobre mama..! En la balanza fui, justo, un drama pa' tu esperanza... ¡Un fracasao...! ¡El careta...! ¡La perdición...! El que apostó en la mosqueta su corazón... Pero ya ves, sos mi Dios. Juntito a vos, yo no sé más que gritar: "¿Y a mí qué?" Si todo ya está usao: la yerba, el té... y el dato que todo han dao de mala fe... Si aquella pobre grela no da más y hoy banca su quiniela el Juez de Paz... Si el Santo de la historia es un ladrón y alterna el Zanagoria con Napoleón. No se te importa un higo - Daguelé- Gritá conmigo: Mama... ¿A mí qué?