no dejaste guardado adentro tu espiritu de lucha, no dejaste que la impotencia te carcoma la mente, no dejaste pudrirte la cabeza por una cabeza absolutamente podrida. hablando de los derechos, de los izquierdos, de los asesinatos a sangre fria, del hambre y la muerte. hablando de tus barbas o algun tipo de tropiezo hablando de la articulacion de tus preciosas palabras hablando de vos maestro en tu sierra o en la guerra, de tu valentia, tu estrella y de tu figura. hoy los que enferman curan o mueren en un intento en tu lugar, no es como aca que intentan salvarte cuando ya estas muerto. una centena de fuegos, que prendio la historia, hoy nos encuentra plantados, sin borrar la memoria.