Si algo precioso, grande y poderoso es reconocer Frente a Ti, Señor, que nada soy sin Ti Que mi vida no tendría ya sentido Nada soy si Tu no estás conmigo Mientras más me aferro a la cruz gloriosa Grande y majestuosa puedo comprender que solo fue por ti, Jesus Tú cambiaste mi rumbo mal trazado Y borraste las huellas de mi pasado Por eso déjame, Señor Déjame tomarme de Tu mano En Tus brazos quiero llorar Que buscar Tu reino no fue en vano Pero Dios mío, déjame tocar aunque sea el borde de Tu manto Porque yo sé que indigno soy de su gran amor Igual reconozco que eres mi Señor