Sangran mis heridas abrasan mis labios la sed Penas me atormentan porque no me quieres querer Lágrimas de sangre lloran mis ojos sin cesar ¡Dolores tan crueles no sé cómo puedo aguantar! Sobre mis espaldas han puesto una pesada cruz Con los sinsabores de tu malvada ingratitud Ciégame los ojos te pido, y crucificame Porque ya no es vida este continuo padecer Suplicio sin nombre sufre mi pobre corazón Corona de espinas cubre mi frente de dolor Nada importaría si alguna vez pudiera hallar La luz de sus ojos detrás de tanta oscuridad Pero es imposible si siento el frío del desdén Corazón de piedra difícil que puedas querer No me tengas lástima, mi alma, y clavame un puñal De una vez por todas para que deje de penar