Hay un ranchito sobre una loma Que esta rodeado de verdes ramas Y un arroyuelo que corre cerca Riega el camino de la retama Los pajarillos lanzan su trino Cuando descansan en la pradera Y en su concierto de luz a clave Llena de amores la primavera Ciega las penas en el silbido Cuando un pampero cruza veloz Y en su carrera vuelca las hojas Dando de paso su último adiós Pasa la noche tiende su manto Cubriendo al campo de su disfraz Cesan las aves de los gemidos En ese espacio de inmensidad La luz del día después del alba Un gaucho canta junto al fogón Y en la cadencia de sus arpegios Llena de albricias el diapasón Y así los días se van pasando Sin barriletes ni profesión De su guitarra bien encordada Su buen apero y el redomón