Por la niña que fue generosa En los tiempos que sangre corría Y contuvo al puñal mazorquero Y los odios de la tiranía Que suspenda mi gaucha guitarra La canción de justicia postrera Como aroma de suaves violetas En la cruz de su tumba extranjera Cuantas veces, gentil Manuelita Suspendiste el minué federal Y llorando a los pies del tirano De rodillas clamastes piedad ¡Oh! Tatita, tus ciegos enojos Por la novia doliente que pena A su amado, rebelde unitario La mazorca a morir le condena ¡Oh! Tatita, la madre que sufre Nos maldice, callada en su lloro Dale al hijo, que es darle la vida Con pasión y perdón yo te imploro Su plegaria de amor y consuelo Ablandaba la fiera arrogancia Del que altivo, soberbio, retara Al cañón de Inglaterra y de Francia Manuelita, gentil Manuelita Virgen rosa de la dictadura Sobre el cielo plomizo lejano Ocultaste tu cruel amargura Que no ofenda mi gaucha guitarra La canción de justicia postrera Como aroma de suave violeta En la cruz de su tumba extranjera