Hay una virgen de alma cariñosa Tan tiernamente al corazón unida Que separar mi vida de su vida Fuera lo mismo que romper las dos Hay un semblante pálido y hermoso Que siempre miro porque está en mi alma Y que en la noche de la dulce calma Vela con mi ángel, cuando duermo yo Hay un cabello derramado en rizo Que él protege mi mano cariñosa Una cabeza lánguida y hermosa Que dulcemente desmayando va Hay un seno de amor tibio y tranquilo Donde reclino, pálida, mi frente Cuando la copa del dolor ardiente El alma mártir apurando va Hay unos ojos negros dormidos A la sombra ideal de las pestañas Cuya mirada celestial empaña La pureza dulcísima de amor Ojos que buscan en los ojos míos En el idioma, del alma, silenciosos Ojos dichosos si me ven dichosos Ojos que lloran si me ven llorar