En el sendero del triste hospicio Alguien cantaba con suave voz La tierna frase de madrecita Que al niño arrulla con dulce amor Casi una niña la pobre loca Un trapo viejo cual bebé ató Y entre sus brazos lo acariciaba Mientras cantaba esta canción Arrorró mi niño, arrorró mi Sol Soy tu madrecita y tú eres mi Dios Tu padre fue malo y te abandonó Quizá vuelva un día, pero sin amor Arrorró mi niño, arrorró mi Sol Llegué hasta aquella pobre muchacha Y al verme cerca calló su voz Y apretujando esos harapos ¿Verdad que es lindo?, me preguntó Y el drama intenso de aquella madre Que, por su hijito, loca quedó Vive en mi mente y a todas horas Siento en mi oído esa canción