Una nube en los ojos me vino como un flechazo, y en mi rencor, amigazo, entero yo me jugue; quiso el maula reirse manchando mi frente honrada y por tan mala jugada sin compasión lo achure. Amigazo, fue una noche, que en mi mente llevo escrita... Una tierna vidalita a la hereje desperto. Yo, que en el secreto estaba, puse fin a mi venganza cuando vi al cantor aquel (1) que a los labios de la infiel como abrojo se prendio. Los celos senti, tantie mi facon, y luego, a lo gaucho, le abri el corazón. Y desde entonces... mi alma va errabunda atada a la coyuna de aquel doliente amor. Chupemos juntos... quiero olvidar, sonriendo, el hoyo que esta abriendo la chuza del dolor.