Después de sufrir tanto, ¿cómo quieren que no llore? Mi entraña es como panteón sin cruz y sin flores Cielo de siembra de dichas, mi cosecha fue de espinas Y en medio del salitral blanquearon las ruinas Ya no me quedan nada de aquellos tiempos felices Dejó cada lagrimón hondas cicatrices La prenda más querida se alejó de mi presencia Y con sal gruesa regó toda mi existencia Arbolito sin sombra en la distancia perdido Donde las aves no van a poner su nido Como una cruz sin dueño que destiñó el aguacero Pesarosa y mirar dolor pasajero Para qué suelto el llanto sin consuelo y esperanza La soga sin fin que doy al fondo no alcanza La prenda más querida se alejó de mi presencia Y con sal gruesa regó toda mi existencia