Estoy en éste bar donde te espero con esta angustia de la ansiedad. Y mientras tu no llegas, voy bebiendo, sin darme cuenta, por no pensar. Y mientras voy bebiendo, voy soñando, envuelto tibiamente en el sopor en que con la embriaguez me va atrapando, como una telaraña, la niebla del alcohol. Y así vuelvo a beber y en cada copa la vida vuelve a ser color de rosa. No duele la ansiedad y el pensamiento, se deja acariciar por tu recuerdo. Soñando ese tu amor que fue tan mío, tu cálida pasión vuelvo a gozar y quiero beber más, pero ya es tarde, están cerrando el bar y allá en la calle habrá que despertar.