El acto del amor es lo más parecido a un asesinato. En la cama, en su terror gozoso, se trata de borrar el alma del que está, hombre o mujer,debajo. Por eso no miramos. Eyacular es ensuciar el cuerpo y penetrar es humillar con la verga la erección de otro yo. Borrar o ser borrados, tanto da, pero en un instante, irse dejarlo una vez más entre tus labios.