Te veo en las entrañas de la aurora En el ritmo ideal de sus colores Y en el fondo de mi alma que te adora Te veo en las notas peregrinas En la criolla guitarra en que canto En la sed insaciable de caricias Y en la voz de dolor con que te llamo Estás en el beso con que pinta El ocaso la cresta de mis cerros En la imagen de la santa virgencita Y en la criolla emoción con que te rezo Hay en ti; no sé qué de los viñedos Que festona el valle y la montaña De las alas del cóndor los reflejos El rumor del torrente en la quebrada Se duerme mi amor en tus pupilas En las noches misteriosas de mi tierra Esas dulces noches mendocinas Tachonadas de luces y de estrellas Se estremecen cristalinas armonías En el ritmo musical de tus palabras Y en el fondo sin luz del alma mía Has prendido con tu luz una esperanza