Ante el altar me juraste que nunca me olvidarías. Y faltaste al juramento cuando más falta hacía. Ven y siéntate a mi vera y cuéntame a mí tus penas que cuando escuches las mías verás como te consuelas. Que no me quieres pa na y lágrimas se te caen cuando me ves pasar. Mujer, tú porque no cambias de tu manera de ser. Gozas con verme sufrir, con llevarme la contraria y no me dejas vivir. Anda vete de mi vera que no quiero na contigo, que tienes alma de fiera. Anda vete de mi vera que no quiero na contigo por ser mala compañera.