Después de mi dosis de electroshock Del vaso me deje caer en un sueño profundo Y pasmado de oír aullidos que no duermen, La realidad aniquilo su impulsión. Le birlaron el alma; Y escupí en el infinito el espejismo de mi ilusión. Voy a emborrachar mi tumba mordiendo huellas que nunca pise, A despertar lo que odiaba al soñar dormido Voy a rasguñar mis huesos hasta el último centavo de piel Aunque el numero de latidos ya se este por terminar. Todo lo que ves no es nada más que humo, Que de tan rancio no te deja salir; Te deja preso como en una caverna. Que serán de mañana todas las realidades; Si pudiste pensarlas, pudiste soñarlas Pero no podes verlas. Voy a emborrachar mi tumba mordiendo huellas que nunca pise. A despertar lo que odiaba al soñar dormido Voy a rasguñar mis huesos hasta el último centavo de piel Aunque el numero de latidos ya se este por terminar. Y si no tenes donde ir, Yo voy camino a ninguna parte, Como un mendigo que ya no tiene nada por perder. Ahogando en una botella lagrimas de hielo seco, Seguí jugando al inmortal. Cuando el cierzo duerma y la tristeza me apunte a la sien, Aliado de mi soledad… Voy a emborrachar mi tumba mordiendo huellas que nunca pise, A despertar lo que odiaba al soñar dormido. Voy a rasguñar tus huesos hasta el último centavo de piel Aunque el numero de latidos ya se este por terminar.