Te vi llegar y sentí la presencia de un ser desconocido; te vi llegar y sentí lo que nunca jamás había sentido. Te quise amar y tu amor no era fuego no era lumbre; las distancias apartan las ciudades, las ciudades destruyen las costumbres. Te dije adiós y pediste que nunca te olvidara; te dije adiós y sentí de tu amor otra vez la fuerza extraña. Y mi alma completa se me cubrió de hielo y mi cuerpo entero se me llenó de frío y estuve a punto, de cambiar tu mundo, de cambiar tu mundo por el mundo mío. Te dije adiós y pediste que nunca te olvidara; te dije adiós y sentí de tu amor otra vez la fuerza extraña. Y mi alma completa se me cubrió de hielo y mi cuerpo entero se me llenó de frío y estuve a punto, de cambiar tu mundo, de cambiar tu mundo por el mundo mío.