Cien, otra noche formando tu cuerpo Ya moldurado lo chupo y reviento Si me despierto a tu lado, me encuentro Y si amanezco solito, me pierdo A todas horas me siento triste Me aíslo de todo, juego al despiste Que bajón, nada me calma Hoy por fin me das tu alma Te mojé, toco las palmas Y encontré ya tus entrañas Yo, poeta marginal El rey de esta ciudad Miro el reloj y las horas no pasan Tacho los días y los nervios me rallan Oigo tu voz, resucitas mis ganas De ser el dios que libere tu alma A todas horas estoy contento Si estoy contigo soy de cemento Que pasón, todo me farda Hoy por fin me das tu alma Te moje, toco las palmas Y encontré ya tus entrañas Tu, toda mi inspiración Bendita creación Yo soy el reloj de tu flexo quemado Soy el sermón de un cura putero Soy el calor de tu cuerpo entregado Soy la desidia de un perro callejero Dame tres hostias si no he aprendido A decir, ¡vamos, vente conmigo¡