Estoy exhausto de casi no poder respirar En la oficina no me atienden ni para pagar El tren de carga no frenó en ninguna estación Y esta lluvia me persigue hacia donde voy En la sequía del desieto hay mil y un cuento En baso de cristales se derriten hielos Y los flashes de noticias y las grandes entrevistas Manipulan cabeza con lobotomías Y en la casa de los recuerdos Ni maquillajes ni caras limpias La hipocrecía de concubinos De andar mirando siempre a los vecinos Los tolerantes se han cansado de tolerar Los importantes sonrientes en sus coches nuevos En avenidas y semáforos siniestros, no se Que hacer con lo que pienso