Con sangre y fuego Nos bautizo, Con designios benignos y antagonismo Luz de mi ser Que enfermo, De condicia hambre y sed de ambición. Así engendro Un lado oscuro, La humanidad hijueputa La bestia y placer. Y un fuerte hedor Se invoco, Despertando en la vida ansias por ver Carne, sacrificada. Y por mil años Azufre y fuego El sufrimiento nos concederá el poder, de Dominar, el laberinto Entre la maquina, humanos y el gran ser, Es la ambición y dimensión, Del equilibrio en la mente No hay salvación. De un despertar desnudo, Profetizado en castigos por entes al ver Sangre, sacrificada. Padre... ven aquí Destruye esta convicción Ven por mi... no... Ven aquí Flagela la creación Ven por mi... no... Infierno en la tierra, el odio se encuentra En mis venas Infierno en la tierra, el poder otorgado a La bestia.