Cuando despierto Y me encuentran las noches Lejos del sueño Entregado, al abrazo Que me da el lecho Voy librando combates Contra mi cuerpo Levanto el peso De mi carne abrasada Por mil infiernos La conduzco a la calle A que le dé el fresco Y me enciendo una nube Contra los nervios Y el humo se retuerce Y luego dibuja figuraciones Los transeúntes se transforman En buitres y tiburones Buitres y tiburones Siento acercarse Monstruosas presencias Por todas partes Buitres con rostro humano Y ojos de nadie Tiburones con manos Llenas de hambre El día nace Se recogen las sombras Tras los portales Y la boca del lobo Esconde sus fauces Un olor a derrota Perfuma el aire