Hoy en la plaza van a quemar Al muñeco de palo que le faltan los ojos. Y se me ocurre observar Las guirnaldas de fiesta Que engalanan las calles, Mientras que en medio de todos El motivo del acto Esperando el comienzo No se da por vencido. Sus facciones no tienen Ninguna de las altas expresiones. Fueron tantos los que hicieron La talla que olvidaron Vestirlo ni siquiera, Las manos le unieron, Y en la cara sólo tiene Como boca un diccionario Y del cuello le colgaron Un cartel con letras blancas: "la falacia espera que llegues al cielo." Esta fiesta ha de ser de lo más divertida, Probaré una vez más Hasta donde lleguen mis fuerzas; Y cuando el fuego haya muerto Me iré por la calle más ancha hasta el puerto, Para ordenarle a las aguas Que invadan la plaza Para ver si esta vez sale a flote De entre todos algunos. Si sucede el milagro Podremos entonces rescatarle también Los dos ojos perdidos al muñeco quemado. Hoy, vengan, vengan, Vengan señores, vengan. Vengan, vengan, Vengan señores, vengan Que hoy en la plaza van a quemar Al muñeco de palo Que le faltan los ojos. Vengan, vengan, Vengan señores, vengan Para empezar.