Por fin que tuvo un recado
para ti la ventolera:
era en los árboles, y era
en tu muslo redondeado,
en tu pelo deshojado,
en tu mirada café.
El recado no lo sé,
pero sé tus labios fríos,
tus rudos escalofríos
y el árbol bajo el que fue.
Consentimento de cookies
Este site usa cookies ou tecnologias semelhantes para aprimorar sua experiência de navegação e fornecer recomendações personalizadas. Ao continuar a usar nosso site, você concorda com nossos Políticas de Privacidade