Sobre mis tierras juegan niños albinos a matar. ¿Quieres salir de casa? ¿Quieres ver sus rostros? ¿Quieres jugar? NA, NA... Alegría que vi durar un día. Vi neblina; es su dios, nos mira. Vientres callan; madres ardiendo en llamas. Doy cenizas; juegos por caricias. INVENTA UN SOL, UN NUEVO AMOR, QUEMA BANDERAS. RÍE EL DOLOR DE NUESTRA VOZ QUE NO JUGARÁ. Las risas que se rompen; triunfo albino; un juego más. Quizás cuando se marchen lloren por su madre en la odiada paz. Por mi herida dejo de odiar sus días. Bajo el fuego cantaré mis sueños.