Empezaste muy pequeño Aprendiste a usar fuego Te quemaste varias veces Disfrutaste al prenderte ¡Señor fuego! Incendiaste tus juguetes A los siete ardió el gato A los once fue un carro Y tu casa prendió al rato ¡Señor fuego! Te nombraron un peligro, te llevaron al loquero Te llamaron piromaniaco, no entendían tus deseos ¡Señor fuego! Encerrado para siempre, aún recuerdas esas flamas Que quemaran tanta gente, que imploraban, que lloraban ¡Señor fuego!