El amor mío se muere, ayayay y se me muere de frío. El amor mío se muere, ayayay y se me muere de frío, porque en tu pecho de piedra, tú no quieres darle abrigo, porque en tu pecho de piedra, ayayay tú no quieres darle abrigo. Soñé que el fuego se helaba, ayayay soñé que la nieve ardía. Soñé que el fuego se helaba, ayayay soñé que la nieve ardía y por soñar imposibles, soñé que tú me querías y por soñar imposibles, ayayay soñé que tú me querías. Ayayay… Ayayay… (Si alguna vez en tu pecho, ayayay mi cariño no lo abrigas, engáñalo como a un niño, ayayay pero nunca se lo digas (bis)) (Asómate a la ventana, ayayay paloma del alma mía, que ya la aurora temprana nos viene a anunciar el día (bis)) (Me aconsejan que te olvide, ayayay los que aún no saben querer, como si fuera muy fácil, olvidar a una mujer (bis))