Cuatro milpas tan solo han quedado del ranchito que era mío, ¡ay yai yai yai! de aquella casita tan blanca y bonita lo triste que está. Las palmeras lloran por su ausencia, la laguna se secó, ¡ayyai yai yai! la cerca de alambre que estaba en el patio también se cayó. Me prestaras tus ojos morena en el alma los llevo, que miren allá los despojos de aquella casita tan blanca y bonita lo triste que está. (ablando) ay como duele oygaa Los potreros están sin ganado toditito se acabó, ¡ay yai yai yai! y ya no hay palomas, ni flores, ni aromas, ya todo acabo. Cuatro milpas que tanto quería pues mi madre las cuidaba, ¡ay yai yai yai! los peones ya arrieron toditos se fueron y nadie quedo. Y por eso estoy triste y solo, por eso me pongo muy triste a llorar recordando las tardes felizes que los dos pasamos en aquel lugar.