¿Quién responde la llamada si tu cuarto está a oscuras, cuando el picaporte quema, cuando en el espejo no se refleja tu cara? Cuando escuches la llamada sentirás un viejo reto, tus latidos que perforan al destino, al pasado, a morir tanto y a lo nuevo. No ignores la oportunidad porque no fue casualidad. Yo te escucho y vos escuchás. ¿Cuánto pagan por tu edad? Interfieren las señales pero las verás de humo. No es que siguen tu jugada pero parecen perros que te huelen el culo. Suena una alarma a tu libre pensamiento sobre el filo de la espada, cuando corta no duele, pero que te desangra. No ignores la oportunidad porque no fue casualidad. Yo te escucho y vos escuchás. ¿Cuánto vale tu edad? ¿Cuántas vidas vivirás? ¿Cuántos lobos hay detrás? No ignores la oportunidad.