En mi país, que tristeza, la pobreza y el rencor. Dice mi padre que ya llegará desde el fondo del tiempo otro tiempo y me dice que el sol brillará sobre un pueblo que él sueña labrando su verde solar. En mi país que tristeza, la pobreza y el rencor. Tú no pediste la guerra, madre tierra, yo lo sé. Dice mi padre que un solo traidor puede con mil valientes; él siente que el pueblo, en su inmenso dolor, hoy se niega a beber en la fuente clara del honor. Tú no pediste la guerra, madre tierra, yo lo sé. En mi país somos duros: el futuro lo dirá. Canta mi pueblo una canción de paz. Detrás de cada puerta está alerta mi pueblo; y ya nadie podrá silenciar su canción y mañana también cantará. En mi país somos duros: el futuro lo dirá. En mi país, que tibieza, cuando empieza a amanecer. Dice mi pueblo que puede leer en su mano de obrero el destino y que no hay adivino ni rey que le pueda marcar el camino que va a recorrer. En mi país, que tibieza, cuando empieza a amanecer.