Y me rodean Amigas altas, bajas, guapas y feas Resistentes pero desarmadas, buenas y malas Y algún que otro día sólo cansadas. A toda prueba Viejas como la esfinge y nuevas, nuevas Les gusta ser tan altas como la luna; pero también Volverse pequeñitas como aceitunas. Que transforman lo eterno en cotidiano Que conviven sin miedo con la muerte Que luchan cuerpo a cuerpo con la suerte hasta lograr Que coma dulcemente de sus manos. Y me rodean Amigas ay, ay, amigas Dulce esperanza de la sed Amantes siemprevivas Dorado manantial de espigas Y me rodean Amigas ay, ay, amigas Diosas de agua y de la miel Valientes fugitivas del edén. Lloras sin rabia Envejecen haciéndose más sabias Saben coger la vida por los cuernos, pero también Correr para no verse en el infierno. Con su ternura Funden el corazón de la amargura Y como todos, quieren que las quieran más, que bien saben Tener la soledad de compañera. Que transforman lo eterno en cotidiano Que conviven sin miedo con la muerte Que luchan cuerpo a cuerpo con la suerte hasta lograr Que coma dulcemente de sus manos. Y me rodean Amigas ay, ay, amigas Dulce esperanza de la sed Amantes siemprevivas Dorado manantial de espigas Y me rodean Amigas ay, ay, amigas Diosas del agua y de la miel Valientes fugitivas del edén. Amigas ay, ay, amigas. E rodeiam-me Amigas altas, baixas, guapas e feias Resistentes mas desarmadas, boas e más E algum que outro dia só cansadas. A toda prova Velhas como a esfinge e novas, novas Gostam de ser tão altas como a lua; mas também Se voltar pequeñitas como aceitunas. Que transformam o eterno em quotidiano Que convivem sem medo com a morte Que lutam corpo a corpo com a sorte até conseguir Que coma docemente de suas mãos. E rodeiam-me Amigas ai, ai, amigas Doce esperança da sede Amantes sempre vivas Dourado manancial de espigas E rodeiam-me Amigas ai, ai, amigas Deusas de água e do mel Valentes fugitivas do edén. Choras sem raiva Envelhecem fazendo-se mais sábias Sabem pegar a vida pelos cornos, mas também Correr para não se ver no inferno Com seu ternura Fundem o coração da amargura E como todos, querem que as queiram mais, que bem sabem Ter a solidão de colega. Que transformam o eterno em quotidiano Que convivem sem medo com a morte Que lutam corpo a corpo com a sorte até conseguir Que coma docemente de suas mãos. E rodeiam-me Amigas ai, ai, amigas Doce esperança da sede Amantes sempre vivas Dourado manancial de espigas E rodeiam-me Amigas ai, ai, amigas Deusas do água e do mel Valentes fugitivas do edén. Amigas ai, ai,amigas.