Ay de aquél... Qué será del que arrastra y no puede soltar Cuando el amor le quema Ay de aquél... Callará para honrar lo que escribe mientras soñando espera Sigue buscando entre puentes de cristal, a pesar de todo Ay de mí que será Entre barro y escombros sigo guardando su luz Y aunque quiero apagarla harto de sufrir este sinvivir Es como arrancarme el alma Vivo preso en su recuerdo, porque el olvidar aún me duele más Sin él no quedaría nada Extraño viajero que hoy a mi puerta llamas Destierra mis miedos y háblame, háblame Lejano recuerdo de un corazón delator ¡No, no vuelvas nunca más! ¡Nunca más! Resucítame, llévame sin miedo Seguro que Aún se acordará de mí Cuervo negro, lleva este corazón Donde solo ella pueda escuchar mi voz Y entregándolo después al viento Dile que el mundo sabrá que yo No me rendiré nunca más ¡Nunca más! Demonio del Cielo, me aferraré a tus llamas Si a cambio primero me devuelves mi corazón Amores, anhelos... Cuentos de muerte y horror Viví soñando y mírame, mírame Desentiérrame, guíame despierto Seguro que Aún esperará por mí Cuervo negro, lleva este corazón Donde solo ella pueda escuchar mi voz Y entregándolo después al viento Dile que el mundo sabrá que yo No me rendiré nunca más ¡Nunca más! Y este verso también dáselo a ella Que rompa el muro que me encierra Que cada beso que dejamos ir Vuelva a encontrarnos hoy, tan lejos de este frío Cuervo negro, lleva este corazón Donde solo ella pueda escuchar mi voz Y entregándolo después al viento Dile que el mundo sabrá que yo No me rendiré nunca más ¡Nunca más!