Hoy como cada anochecida me pregunto si hay cabida para andar mi libertad. SI me detiene esa ¿??? de esa mujer o mi coartada para no echar a volar. Y muy al fondo me pregunto si será que no disfruto lo que tengo en realidad. El caso es que la noche es larga y la mañana casi asalta mi ventana una vez más. Vuelta tras vuelta en esta cama no consigue la pijama adormecer mi humanidad. Será la cena o la cerveza o esta maldita cabeza que no deja de pensar los veinte mil planes que tengo, las canciones que no intento o lo que debo pagar. El caso es que la noche es larga y la mañana casi asalta mi ventana una vez más. Con veinte diablos el vecino tiene fiesta y el sonido de la cama empieza ya. Y es otra más que cae completa que se apunta en la libreta y a su tiempo volverá. No sé porque hago tanto caso a la vida del pelmazo hoy su suerte ganará. Más no estaría mal que un día se mudara a la China, Singapur o Canadá. Se oye el silbato de un gendarme que camina por la calle y nos protegerá del mal. Sólo si acaso esta pagada una semana adelantada: ¡policía que más da! Una vez más recapacito no es posible que el maldito insomnio pueda más que yo. Será mejor que me levante y que dedique unos instantes para hacer esta canción.