Milonga, milonga, qué sola te mueres. Milonga que tus citas tienen una historia larga y una vida breve. Tus trenzas, tu talle, Chiclana y la calle, dejaron en los arrabales temas de percales, esquina y farol Tuviste el primer novio, muchachita, y después ya no te vimos más pasar para el taller. Las copas y los tangos, las repetidas citas hicieron de Esthercita otra mujer. Delfino en "Milonguita" te evoca en su compás tu corta pollerita, tu trenza, tu percal. Después, de cuando en cuando, por la letra de un tango, supimos de tu vida, nada más. Milonga, milonga, qué sola te mueres. Milonga que tus citas tienen una historia larga y una vida breve. Ahora te lloran las criollas guitarras, y son sus acordes sonoros seis caminos de oro que te buscarán.