Dulce tango, el arrabal Fue la cuna de tus sones Y los dulces bandoneones Te mecieron sin cesar... Polleritas de percal Fueron tus iniciadores, Gentiles derrotadores De las sedas y las blondas, De las versallescas biondas Que crearon el cancán. Y con tu fuerza inicial, Llena de criolla altivez, Te subiste de una vez Desde el fango hasta el altar. Que la canalla de frac Cambiándote de papel, Te hizo dueño del salón, Te hizo rey del cabaret. Y de póstumo y maldito Mensajero del agravio, Que hacía brotar de los labios Al chocar de un empujón La procaz interjección De la pareja vecina, Hoy tu espíritu lo anima, Aristocrático anhelo Y vas desde el fango al cielo Y te olvidas de la china. Que allá en el triste arrabal, Que fue cuna de tus sones, Y donde los bandoneones Te mecieron sin cesar, Las polleras de percal Fueron tu iniciadoras Y esas tangueras cantoras, Gentiles derrotadoras De las franchutas creadoras De cuadrillas y cancán.