Cuánto hay de sol en tu mirada Tus ojos sobre mí no queda oscuridad. Cuánto trae de fábula tu voz mi nombre crece en ti y se vuelve una canción. Y me siento nuevo, y es que llevo aquí, la invitación, que tu mano inquieta, en puño y letra, graba en mi corazón (las señas de tu amor). Y llego a ti con la intensidad de un río ambriento que busca el mar. Y vivo en ti no hace falta más que entrar al cielo en tus brazos y no salir jamás. Cuánto hay fantástico en tu cuerpo Su magia tan sutil pero sobrenatural. Que no sé si puedo y ya me quedo en él para soñar descubrir contigo y ser testigo de algo tan especial (sueño y realidad) Y llego a ti... Tu boca provoca algo que no tiene fin, y entonces me llama, reclama, va seduciéndome así (toda para mí). Y llego a ti...