Un nido entre las ramas de un sauce somnoliento Las notas de una alondra; la queja de un zorzal El eco de un murmullo que vaga con el viento Llevando en suave alas y brisa matinal Un rancho casi oculto de pobre humilde alero Perdido entre las ramas de madreselva en flor Un flete crin larga tostado parejero Y en medio de ese cuadro; la voz de un buen cantor Llorosa; gemidora nacida en un lamento La voz doliente entona tristísima canción Solloza la guitarra vibrando la bordona Y en un preludio triste modula una oración El rumbo de sus pasos; marcados con cautela Dejan oír crujidos de enaguas y percal Dos ojos deslumbrantes que hieren y desvelan La grana de dos labios más rojos que el coral Y después como un murmullo de voz que amante implora Dos frentes que se juntan con fuego de rubor Y un beso prolongado; cual nota gemidora Suspiro de dos almas nacidas al amor Un nido entre las ramas de un sauce somnoliento Las notas de una alondra; la queja de un zorzal El eco de un murmullo que vaga con el viento Llevando en suave alas y brisa matinal