Somos víctimas de la sal De nuestras lágrimas Nuestras almas envueltas En sollozos de amor despiertan el dolor Corazones perdidos buscando el camino Cruzan miradas En la avenida del miedo Almas de mil colores Buscan tonos oscuros Lástima ser tan fugaces Triste desgastar nuestros ojos en miradas Que no son nuestras Lástima dejar que la vida Se nos escurra entre Los dedos como agua Lástima por las alturas Las presiones, los diámetros, los pesos, Los besos perdidos, el pecado... Lástima los abismos, las distancias El quiero, pero no puedo y el puedo pero no debo Lástima el letargo de las inocencias perdidas Lástima la hiperactividad de los dolores gañados Lástima ser tan fugaces Almas de mil colores Buscan tonos oscuros En un espacio blanco Donde se escriben historias y donde hoy seguramente Cada uno de nosotros quiere escribir las suyas